Un reciente estudio de Ocio Networks concluía que 1 de cada 4 internautas tiene previsto comprar un lector de libros electrónicos en los próximos meses y, especialmente, estas Navidades y Reyes.
En Netámbulo nos hemos puesto manos a la obra para probar algunos de los últimos que han salido al mercado.
El primero que nos ha llegado ha sido el Energy Book 1160 de la firma española Energy Sistem.
Se trata de un eBook reader muy ligero (184 g) y potente. Tiene una pantalla de 6 pulgadas y logra una resolución 600 x 800 píxeles. Llama la atención la rápidez en encenderse y la velocidad de refresco de pantalla, uno de los más rápidos del mercado.
La pantalla anti-reflectante utiliza el sistema E-ink Vizplex: tinta electrónica, para una cómoda lectura sin cansar la vista, que tiene hasta 8 niveles de gris. Ojo, si fuera a color estaríamos frente a una pantalla LCD o LED convencional y con el consiguiente cansancio visual, que justamente es lo que se intenta evitar con estos libros electrónicos.
El Energy Book 1160 tiene una memoria interna de 1GB Flash/32MB SDRAM y presenta ranura para tarjetas microSD de hasta 32GB. Usa conexión USB (mediante cable micro USB incluido). De entrada viene cargado con 1.000 obras clásicas de la literatura universal, que ya te diré yo donde van a acabar…
Soporta formatos de texto: TXT, PDF, EPUB, PDB y FB2. Aquí la pega que vemos es que no admite formato .DOC, aunque siempre podemos guardar el fichero como PDF para utilizarlo. Tampoco soporta libros con DRM (Digital Rights Management), es decir, libros con protección antipiratería, para que nos entendamos, que se compran por internet y que tienen limitaciones de uso.
Por lo demás, incluye las funciones habituales: marcar páginas, pasar páginas, zoom, visor de imágenes, calendario, etc. Además es capaz de reproducir ficheros de audio (MP3, WMA, AAC, WAV) por lo que se puede leer y escuchar música a la vez. Viene con auriculares y ecualizador en pantalla.
También permite el visionado de imágenes (JPEG y BMP), eso sí, en escala de grises. Recuerda también su resolución: 800×600 píxeles.
Lleva batería de Litio recargable que permite una autonomía de hasta 20h y que se carga a través del cable USB, que además sirve también para cargar los datos (libros, imágenes, música, etc).
Sus dimensiones son de 120 x 172 x 9 mm. Pesa 184 gramos.
El precio recomendado del Energy Book 1160 es de 151,78€ + IVA.
En definitiva, nos ha gustado. Estamos ante un buen producto para leer cómodamente, fabricado en España, y que está ahora a un precio competitivo con respecto a otros lectores. Igualito con lo que costaban estos cacharros las Navidades pasadas.
Hola, chicos estoy pensando en comprarme un ereader y me gustaria saber si este tiene alguna dificultad para leer en formato pdf,gracias
Hola amigos,
Yo tengo el Kindle de Amazon y estoy encantado con él. Me resistía a pasarme al libro electrónico, pensaba que no sería lo mismo, que donde esté el tacto y el olor del papel…
– Pero es que no pesa nada…
– La sensación óptica es la misma que la del papel (no cansa nada la vista), con la diferencia de que en función de las condiciones de luz (o de si te has dejado las gafas en casa, jaja) puedes cambiar el tamaño de la letra…
– Cabe en el bolsillo del abrigo (para llevarte en papel el último de Ken Follet, por ejemplo, te hace falta una mochila)…
– Le dura la batería casi un mes (vale, esto no es una mejora respecto a los libros en papel, pero sí respecto a alternativas como la tableta electrónica)…
– Se puede leer en la calle a pleno sol (otra cosa que no se puede hacer con una tableta)…
– Puedes tener empezados varios libros a la vez (para mí era algo impensable hasta ahora) y ponerte con uno o con otro según lo que te apetezca en el momento…
En fin, que todo son ventajas. Ahora sólo falta que las editoriales (sobre todo las españolas, que por ahí fuera ya van espabilando) dejen de agarrarse a su negocio tradicional y empiecen a sacar todos sus libros también en versión electrónica y a un precio inferior al de las ediciones de bolsillo. Si no hacen ambas cosas les pasará como a los de la música… También es una oportunidad para los autores noveles, que no encuentran la forma de colocar su obra en los escaparates, pero que tienen ahora en Internet y en los lectores electrónicos sus mejores aliados para encontrar a su público (otra cosa es llegar a vivir de ello, pero es que somos demasiados aspirando a dar el pelotazo y retirarnos, jaja).
Y en cuanto a los clásicos… pues también es una oportunidad para redescubrirlos. Todos esos libros que cuesta encontrar en las librerías (el Quijote está casi en todas partes, pero de ahí para abajo no es tan sencillo dar con ellos) están a un click en Internet. Sólo hace falta querer leerlos. Yo estrené el Kindle con «El retrato de Dorian Grey» en inglés, y justo detrás me leí uno de la Guerra de las Galaxias, toma cambio de registro :oDDD
En fin, que toda aquella persona a quien le guste leer, mucho y de todo un poco, descubrirá que el lector electrónico puede ser el mejor regalo (a recibir) del mundo.
Saludos,
Darío
Cuánto purista, ya hasta los guiños hay que hacerlos con pies de plomo.
Las obras clásicas ya todos nos las hemos leído e incluso las tenemos físicamente con lo cual se tenderá a ceder en muchos casos el valioso espacio, y el que no lo haya leído a estas alturas es por evidente desinterés.
Jajaja. Gracias por tu sinceridad Nacho. Pero es que buena parte de estos libros son «clásicos», es decir, libres de derechos de autor por su antiguedad (y fáciles de encontrar en bibliotecas online), además de estar muchos en inglés, francés, etc.
Pero vamos, tal vez tú no, pero la mayor parte de la gente acabará borrándolos (o pasándolos al ordenador) para liberar espacio para otros libros, música o imágenes.
Ejemplos: A Christmas Carol, A little dusky, A Tale of Two Cities, Adventures of Huckleberry Finn, varios de Alejandro Dumas, Ana Karerina, Breve historia de la filosofía griega, obras de Charles Dickens (en inglés y español), Contes merveilleux I et II, Don Quijote, de Edgar Allan Poe, de Emilio Salgari, de Dostoyevski, la Física de Aristóteles, de Fernan Caballero, de Quevedo, alguno de Galileo Galilei, de Henry James, de Blazac, de Turgenev, de Julio Verne, de Marx, de Tolstoi, de Byron, Ben Hur, de Larra, etc.
«De entrada viene cargado con 1.000 obras clásicas de la literatura universal, que ya te diré yo donde van a acabar…»
Esa es la frase mas gañana y garrula que he leído últimamente, y jamás pensé que fuese a verla aquí. Chico, que decepción….