Está claro que en la carrera para prepararse de cara a la que se nos avecina este invierno con la dichosa Gripe A, la iglesia ya se ha puesto manos a la obra, como Dios manda.
Entre varias situaciones que se están planteando para continuar con tradiciones milenarias, está el «problema» de las pilas de agua bendita a la entrada de las iglesias, que pueden constituir un foco de riesgo para la gripe. Para evitar esto, una iglesia de Marbella ha puesto en marcha una solución perfecta: han instalado un dispensador de agua bendita en la entrada. No, no es una broma.
Siguiendo el mismo sistema que los dispensadores de jabón de los lavabos, el de agua bendita proporciona monodosis del líquido bendecido para que los fieles puedan santiguarse al entrar en el templo con total higiene. El dispensador luego se cubre con una «caja» de madera para que no desentone con el resto de decoración de la iglesia, y listo.
Lo cierto es que la idea no está nada mal y evitan esta situación que planteaban. Mira el siguiente vídeo sobre éste tema:
