Los kioscos son una excepción en la curva espacio-tiempo. Es imposible que quepan tantas cosas en tan poco sitio, y que se tarde tanto en encontrar algo. El tiempo parece detenerse allí. Está plagado de colecciones. Algunas son tan raras. ¿Quién es el cachondo al que se le ocurren? ¡Que imaginación! Se puede encontrar de todo: alfileres del mundo, pipas de fumar, dedales, cajas (¡¡vacías!!), bolsas de playa, sacacorchos, etc. Pero realmente ¿alguien las completa? No me veo enseñando a mis amigos mi fantástica colección de sacacorchos.
Y eso por no hablar de los regalos que acompañan a muchas revistas. En ocasiones he llegado a ver hasta calcetines y chanclas de verano. Pero ¿de qué trata esa revista para ofrecer unas chanclas? Y mejor aún ¿te las puedes probar allí? «Oiga señor, tiene un número menos; pero de chancla, no la revista del mes pasado«. Parece de coña. Pobre kiosquero, debe poner unas caras cuando le llega algo nuevo… Eso sí, siempre vienen con un enorme cartón (incluso la colección de alfileres) que el hombre ya no sabe dónde colocar semejante armatoste. Lo peor es si finalmente te lo llevas parece que has comprado un cuadro del Museo del Prado.
Muy bueno, si señor, no sabía que un kiosco diera como para hacer una web. Lo que a mí me trae de cabeza, es saber cuando van a regalar cosas los de las revistas porno (bueno, quizá las regalen, pero no las ponen a la vista los kioskeros). Se me ocurren algunos detalles:
Tanga de Leopardo
Vibrador de latex
Chirla parlante
Macro-Pene
Macro-Teta
Medidor de la eyaculación
Culito con pelos
Muñeca de Terelu
Muñeca de la madre de terelu
Un tabuerete especial para el 69
……..
Pero sobre todo, esta semana sobre todo, heche de menos el regalito estrella que nadie hizo: Un muñeco de Tierry Henry con el culo en pompa para rompérselo a patadas, por fallar lo que falló y porque es un mamón.