En España, la tradición dice que Papá Noel vive en Laponia, en una casa junto a una enorme fábrica de juguetes donde trabajan los elfos. Sin embargo, en Holanda, su homólogo, San Nicolás, vive en España, concretamente en Madrid.
En Holanda los regalos de las Navidades los lleva el mago San Nicolás (Sinterklaas) que vive en una casa en Madrid. Este Santa no tiene elfos o pajes como ayudantes si no los llamados Zwarte Pieten, Pedros Negros o Pedritos. Ellos son los que bajan por la chimenea para dejar los regalos en los zapatos de los niños en la noche mágica. De ahí que, según las teorías más políticamente correctas, tengan la cara negra, por el hollín de las chimeneas.
A mediados de noviembre, San Nicolás llega en barco de vapor a Holanda desde España, previo viaje de Madrid a Alicante, donde embarca. El acontecimiento es retransmitido por televisión.
Una vez allí, monta en su caballo blanco, llamado Amerigo, y tiene varias semanas para visitar y saludar a los niños. Sin embargo, el reparto de regalos no se produce hasta la noche del 5 al 6 de enero. A caballo y con la ayuda de los Pedritos. Eso sí, la tradición marca que los regalos deben dejarse en los zapatos y no junto al árbol.
Como se puede ver, este San Nicolás holandés es una mezcla entre nuestro Papá Noel y los Reyes Magos.
Origen español de San Nicolás
El mito de San Nicolás se basa en la figura de San Nicolás de Bari, un obispo que vivió en el siglo IV. De ahí su aspecto obispal.
Su origen español viene porque los restos de San Nicolás de Bari descansan en Bari, ciudad que perteneció al reino de España y como entonces la capital del imperio era Madrid, pues se presupone que vive en esta ciudad. Sin embargo, hay también discusión sobre si vive en Alicante, de donde es patrono San Nicolás y de donde parte en barco.