Aunque lo venden como un invento sano porque permite hacer deporte mientras se trabaja, se trata de una máquina de tortura encubierta. Por si no estuvieras en el trabajo suficentemente put…. fastidiado, encima tienes que estar corriendo.
Se trata de la Walkstation, un puesto de trabajo (ordenador, teléfono, mesa) con una cinta andadora para «estirar las piernas». Mira el vídeo:
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El torturador responsable de este invento es el Dr. James Levine, de la clínica Mayo norteamericana. Su objetivo es hacer de los trabajadores unas personas más activas y saludables. ¡¡Ja!! En teoría, la Walkstation tiene una velocidad máxima de 3 km/h para no agotar al currito, pero seguro que algún jefe la truca, como a las motos, y le mete más velocidad. Lo mejor será a la hora de tomarse un café en tu puesto. Nos va a salvar que el invento cuesta unos 4.500 euros, y las empresas no estarán muy por la labor de comprarlo… o sí.
