Este mini-cañón, que parece haber sido construido por los diminutos, es más pequeño que un dedo pulgar y aunque parece de juguete, el cabroncete dispara de verdad y lo hace con saña. Es más, podría hacerte daño un lindo agujerito.
Si no te lo crees mira cómo el insensato autor...
Esta web usa cookies para una mejor experiencia de usuario. Al seguir navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y de nuestra política de cookies, pulsa aquí para más información. [Plugin cookies]