Pensar en la Riviera francesa es evocar el glamur, el lujo, el paraíso en el sureste francés; uno de los más famosos núcleos mundiales del turismo y lugar de residencia de numerosos personajes célebres.
Majestuosos edificios, pintorescas callejuelas que respiran historia, paseos marítimos engalanados con palmeras y maravillosas vistas del Mediterráneo. La Riviera Francesa regala inspiración para alimentar sus sueños inspirados en este romántico paraíso de la Costa Azul de Francia.
Solo mencionar algunas de sus localidades como Mónaco, Saint Tropez, Montecarlo, Cannes, ya da idea del exclusivo nivel de vida, riqueza y opulencia que encontrarás en sus calles. Pero hay que ir, porque un viaje a la Riviera francesa es posible y pueden cumplir uno de los sueños que habitualmente se considera inaccesible. Puedes disfrutar y contemplar este paraíso tan cercano y lejano a un tiempo.
La Costa Azul, o la Côte D’Azur en francés, puede ser tu próximo destino de vacaciones. No es necesario asistir al festival de cine de Cannes ni al Gran Premio de Mónaco, hay momentos más tranquilos y donde la aglomeración es menor. Puedes visitar, conocer y enamorarte de esta zona de Francia en cualquier época. La primavera es ideal sin necesidad de arruinarse en el Casino de Montecarlo ni invertir una fortuna en la experiencia. Un viaje por la Riviera francesa te permitirá vivir la grandiosidad y belleza de esta idílica zona del Mediterráneo francés.
Por ejemplo Cannes, pueblecito de pescadores hasta el siglo XIX y donde, gracias a su festival de cine, se asentó el glamur. En mayo se celebra este evento de fama internacional siempre recomendado para ir y verlo in situ.
Entre esta ciudad y Niza está Antibes, antiguo puerto comercial griego y donde destacan su arquitectura de calles estrechas y empedradas y murallas, la evidencia de aquellos viejos tiempos. En el Castillo Grimaldi está el Museo Picasso en honor a al pintor malagueño que vivió en la ciudad en 1.946. Antibes, es la segunda ciudad en tamaño de la Riviera.
Qué contar de St. Tropez, la ville de Brigittet Bardot. Desde la década de los 50 empezó a atraer a sus playas, la más famosa la de Pampelonne, y centros turísticos a ricos y famosos. Antiguo puerto mediterráneo con carriles de adoquines y un precioso centro histórico. Y los megayates no faltan.
Niza, la ciudad más grande de la Costa Azul. Bellísima ciudad con varios palacios, castillos y con principal balneario de la Riviera. Niza, fundada hace unos 2.300 años, fue una colonia griega. Te puedes imaginar que a partir de ahí, su historia, arquitectura y cultura es la más importante de la Costa Azul.
Mónaco, pequeño país rodeado de Francia por tres lados, este Principado evoca lujo y ostentación en cuando se le menciona. El Casino de Monte Carlo, las propiedades inmobiliarias, los yates, el puerto, todo es boato, riqueza y ostentación.
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