Dentro de uno 40 minutos comienza el Mundial de Fórmula 1 2007, con el Gran Premio de Australia. Ya están todos los pilotos preparados, aunque no es fácil conducir uno de estos coche. Por poner un ejemplo, sólo el volante es ya de por sí complicado de entender. A la velocidad a la que circulan, bajo la presión de la carrera y cuidándose de no tener un accidente, encima tienen que estar atentos a las instrucciones que les digan desde boxes, además de manejar correctamente al volante, y no sólo me refiero sólo a girarlo en las curvas.
Aunque lo explicaba Raikkonen la temporada pasada y no corresponderá exactamente al volante actual del nuevo McLaren que conducirá Fernando Alonso, sirve para que podemos hacernos una idea de lo sofisticados que son de estos volantes y lo complicado que es pilotar uno de estos coches.
Por cierto que nuestro querido calvo de telecinco se ha hecho un hueco en la Wikipedia.